Lavarse las manos con agua y jabón

La expansión del coronavirus ha puesto en valor una medida higiénica básica que ayuda desde tiempos pretéritos a luchar contra las enfermedades. Lavarse las manos con agua y jabón es una medida de prevención esencial que sirve para cerrar la puerta a bacterias, virus y hongos. Te explicamos por qué.

La OMS recomienda un buen lavado de manos, con agua y jabón por lo menos de 20 segundos y la desinfección con alcohol para reducir la posibilidad de contagio en un 44%

Lavarse las manos, un tema de vida o muerte

Pareciera que este enunciado es demasiado alarmista o exagerado. Pero no lo es.

Ante esta pandemia mundial, algo tan sencillo como evitar un lavado de manos podría terminar en un contagio seguro con riesgo de muerte por el COVID-19.

Y seguramente podríamos pensar, nadie a estas alturas podría dejar de lavarse las manos. Pero la realidad es otra. Está confirmado que muy pocas personas lo hacen. Seguramente piensan que, si es necesario y observan la publicidad que se hace a nivel mundial, pero aún así, no le dan la importancia debida y se ponen en riesgo y con ellos a sus seres queridos.

Comer sin lavarse las manos es más frecuente de lo que crees.

Un estudio estimó que solo el 26,2% de los que visitaban el baño con un posible «contacto fecal» se lavó posteriormente las manos con jabón.

Lavar las manos salva vidas.

En los países menos desarrollados, solo el 27% de la población tiene acceso a estas cosas. La Organización Mundial de la Salud y UNICEF estiman que alrededor de 3.000 millones de personas tampoco las tienen en casa.

Pero incluso en muchos países de altos ingresos solo el 50% de las personas realmente usan jabón después de ir al baño, lo suficiente para que consideremos hacer permanentes los saludos de tobillo o codo.

Gracias a este invento tan sencillo, lavarse las manos con agua y jabón, aumentó la expectativa promedio de vida hasta los 80 años hace más de 150 años cuando se popularizó. De esta manera se podían evitar las superbacterias y las pandemias.

Y es justamente, por la pandemia que está viviendo la humanidad, que el uso de un correcto lavado de manos puede ayudar a salvar vidas. Especialmente la tuya.

La campaña reciente de lavarse las manos dio la vuelta al mundo por la pandemia.

Estudios recientes descubrieron que se puede reducir el riesgo de contagio hasta en un 44%. Y es tan importante que solo con ver estadísticas de la cultura de lavado de manos de una comunidad es un “muy buen” pronosticador del grado de propagación.

Se cree que el virus infecta principalmente a las personas a través de partículas suspendidas en el aire, pero también puede ingresar al cuerpo después de que una persona toca objetos contaminados y luego su cara.

Pero entonces, ¿Por qué algunas personas son entusiastas limpiadoras de manos y son capaces de pagar muy caro un desinfectante de manos durante una escasez, mientras que otros se niegan obstinadamente a simplemente tomar el jabón?

Resulta que no lavarse las manos al salir del baño no solo se debe a la pereza.

Existen una serie de factores psicológicos que desalientan a las personas a lavarse las manos.

Existe una conexión entre un incidente y lo que lo ha ocasionado. Como la demora entre la infección y la aparición de cualquier síntoma es de 5 a 6 días, dicha conexión se pierde.

De esta manera, las personas tienden a pensar que el lavado de manos no es importante o se dejan llevar por un exceso de optimismo. Normalmente, les lleva a pensar que “a ellos no les puede pasar”

Cuidado con el optimismo

El «sesgo de optimismo» implica creer que las cosas malas tienen menos probabilidades de sucedernos a nosotros que a otras personas.

Esta perspectiva irracionalmente positiva es universal.

También puede evitar que algunas personas se laven las manos.

Y que hay de las normas sociales

Dentro de los países, no todos somos igualmente culpables de delitos contra la higiene.

Por ejemplo, algunos estudios demostraron consistentemente que las mujeres son considerablemente más diligentes en el lavado de manos que los hombres.

La variación en el lavado de manos probablemente se debe a las normas sociales, un poderoso conjunto de reglas informales que rigen nuestro comportamiento cuando estamos en un grupo.

Son sistemas psicológicos complejos, que dependen de ver lo que otras personas hacen, pensar lo que otras personas esperan que hagas y experimentar presión para copiarlo.

Las campañas que hacen que las personas sientan asco pueden ser más efectivas que las puramente objetivas.

Si vemos que otros se lavan las manos en el baño, eso es lo que hacemos. Pero cuando nadie lo hace, existe una presión para que ninguno lo haga.

Concienciar a la población es un factor clave para evitar la propagación de un virus.

Otro trabajo realizado en marzo de este año identificó otro rasgo que podría estar en juego: la concientización.

Finalmente, está el asco.

La reacción intestinal al ver una carne con gusanos tiene el efecto secundario, que resulta muy útil, de evitar que queramos comerlo.

Del mismo modo, movernos hacia el extremo opuesto de un tren cuando un pasajero tiene un pañuelo sucio obviamente nos ayudará a evitar respirar sus patógenos.

El asco puede ser un gran aliado para evitar contraer enfermedades.

Pero, en definitiva, ¡Lávate las manos!

En las últimas semanas, organismos de salud pública, organizaciones benéficas, políticos y miembros del público se unieron para lanzar posiblemente la campaña de lavado de manos más importante que se recuerde.

Las celebridades participaron para demostrar la técnica adecuada, una gran cantidad de memes de lavado de manos inundaron internet e incluso sitios de pornografía se sumaron a la iniciativa.

¿Quién se atreverá a decir que no suele lavarse las manos en medio de la pandemia?

Entonces, ¿que necesito hacer para protegerme?

1. ¿Cuál es la forma correcta de lavarse las manos?

Para eliminar cualquier rastro del virus de las manos, no basta con frotar y aclarar rápidamente. Este es el proceso para lavarse las manos de manera eficaz, paso a paso.

  • Paso 1: Mojarse las manos con agua corriente
  • Paso 2: Aplicar una cantidad suficiente de jabón para cubrir las manos mojadas
  • Paso 3: Frotar por toda la superficie de las manos (el dorso, el espacio entre los dedos y debajo de las uñas) durante, al menos, 20 segundos
  • Paso 4: Aclarar bien con agua corriente
  • Paso 5: Secarse las manos con un paño limpio o una toalla de un solo uso
2. ¿Cuánto tiempo debería dedicar a lavarme las manos?

Deberías dedicar entre 20 y 30 segundos a lavarte las manos. Una manera sencilla de calcularlo es cantar la canción del cumpleaños feliz entera dos veces.

3. ¿Cuándo debería lavarme las manos?

En el contexto de la prevención del COVID-19, deberías lavarte las manos en las siguientes ocasiones:

  • Después de sonarte la nariz, toser o estornudar
  • Después de visitar un espacio público, como transportes, mercados y lugares de culto
  • Después de tocar superficies fuera de tu hogar, por ejemplo, dinero
  • Antes y después de cuidar a una persona enferma y también mientras la estés cuidando
  • Antes y después de comer

Aunque, en general, siempre deberías lavarte las manos en los siguientes casos:

  • Después de ir al baño
  • Antes y después de comer
  • Después de estar en contacto con la basura
  • Después de tocar animales y mascotas
  • Después de cambiarle el pañal a un bebé o de ayudar a un niño a usar el retrete
  • Siempre que tengas las manos visiblemente sucias
 4. ¿Tengo que usar agua caliente para lavarme las manos?

No, para lavarte las manos puedes usar agua a cualquier temperatura. ¡siempre y cuando utilices jabón!

 5. ¿Tengo que secarme las manos con una toalla?

Los gérmenes se propagan más fácilmente por la piel húmeda que por la piel seca, así que es importante secarse las manos por completo.

6. ¿Es mejor lavarse las manos o usar un desinfectante de manos?

En general, y siempre que se haga o se use correctamente, tanto lavarse las manos con agua y jabón como usar un desinfectante de manos son formas muy eficaces de eliminar la mayoría de gérmenes y patógenos.

7. ¿De qué otras formas puedo contribuir a frenar la propagación del coronavirus?
 
  • Sigue el protocolo adecuado al estornudar y toser: cúbrete la boca y la nariz con un codo flexionado o con un pañuelo cuando tosas o estornudes, desecha el pañuelo inmediatamente y lávate las manos
  • Evita tocarte la cara (la boca, la nariz y los ojos)
  • Pon en práctica el distanciamiento social: evita dar la mano, abrazar o besar a otras personas, así como compartir comida, utensilios, vasos y toallas
  • Evita el contacto directo con cualquier persona que presente síntomas similares a los de la gripe o el resfriado
  • Busca ayuda médica lo antes posible si tú o tu hijo tienen fiebre, tos o dificultades para respirar
  • Limpia las superficies que hayan podido estar en contacto con el virus, y, en general, limpia todas las superficies con más frecuencia (sobre todo en espacios públicos).

Para una profunda limpieza los expertos recomiendan lavarse las manos durante al menos 20 segundos.

Con las manos lo tocamos todo, convirtiéndose en un agente de transmisión de primer orden, con restos de sudor y de descamaciones de la piel que actúan como un imán para todo tipo de microorganismos, incluso en lugares de apariencia inocua. La superficie de un teléfono móvil, por ejemplo, puede llegar a albergar 30 veces más bacterias que un inodoro.

Al tocar cualquier cosa se queda atrás un rastro que contamina a la siguiente persona que tocamos, lo cual contribuye a multiplicar exponencialmente el potencial de los microorganismos.

Por supuesto, para acabar con los gérmenes debemos usar algo más que agua. En este caso, el mejor aliado es el jabón, un producto que nos ha ayudado a combatir de las enfermedades desde los tiempos del Antiguo Egipto y cuya receta ha cambiado poco desde entonces.

Para deshacerse de todas esas grasas y microorganismos es necesario tomarse su tiempo y ser minucioso. Según los Centros Para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC), es necesario dedicarse al lavado de manos al menos durante 20 segundos, sin dejar ningún rincón de la piel sin fregar, con especial cuidado a las uñas, los nudillos y las separaciones entre los dedos.

Los virus están formados de material genético (ARN), unas proteínas externas que les sirven para anclarse a las células humanas (entre otras cosas) y una envoltura de grasa, una membrana) que lo protege todo tanto y que ayuda al virus a propagarse e invadir nuevas células. «El jabón disuelve la membrana lipídica y el virus se desmorona como un castillo de naipes y «muere», o más bien, deberíamos decir que se vuelve inactivo ya que los virus no están realmente vivos».

«El jabón efectivamente «disuelve» el pegamento que mantiene unido al virus”.

Realmente, parece mentira que algo tan pequeño cause tantas muertes. Y que sea tan frágil es aun más increíble.

Por eso, les pedimos, si han leído este artículo que hagan conciencia y que colaboren a cuidarnos todos, solo haciendo esto:

Lava tus manos, durante 20 segundos. CONSTANTEMENTE.

De esta manera podremos protegernos y proteger de igual manera a todas las demás personas. Especialmente, a aquellos que conviven con nosotros.

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